martes, 8 de noviembre de 2011

'La reforma solo tiene cosas positivas para el país': Mineducación

                         'Esto solo tiene cosas positivas'


Maria Fernanda Campo habló de la reforma a la educación superior.

Ha dicho que el Gobierno todavía tiene abiertas las puertas del diálogo sobre la reforma a la educación superior, pero ésta ya no está sus manos sino en las del Congreso, en donde insiste debe seguir su curso. ¿Eso no es contradictorio? 
Quiero recordarle que este proceso de diálogo se hizo desde que presentamos el proyecto, en marzo, con toda la comunidad académica y educativa. De hecho, la primera presentación que yo hice de la reforma, cuatro días después de lanzada por el Presidente (Juan Manuel Santos) fue en un foro de la Federación Nacional de Representantes Estudiantiles (Fenares). Esa presentación era para hacer retroalimentación, para escuchar críticas, comentarios, sugerencias. ¿Qué más legitimidad que la de un escenario con los representantes estudiantiles de las universidades públicas y privadas del país? Ahora quien tiene la última palabra es el Congreso, pero eso no quiere decir que el Ministerio no siga estando absolutamente dispuesto a seguir conversando con los estudiantes, como lo ha estado desde el primer día. Y además eso no quiere decir que el proyecto no pueda modificarse, si el Congreso lo decide. De hecho, el presidente de la Comisión Sexta de la Cámara anunció que la próxima semana invitará a todos los líderes estudiantiles para escucharlos.
 
Los estudiantes se quejan de que no participaron en la construcción del proyecto de reforma...
Nosotros no hicimos estos 28 foros a nivel regional ni las reuniones especializadas con los distintos gremios representativos de la comunidad académica, solo para presentar el proyecto, sino para discutirlo, para escuchar recomendaciones y sugerencias que se vieron reflejadas en la versión definitiva del proyecto. Si usted compara el proyecto original con la última versión radicada en el Congreso, se modificó en más de un 60 por ciento. Unos artículos se eliminaron del todo, como los relacionados con la inversión privada con ánimo de lucro en la educación superior. Otros fueron mejorados teniendo en cuenta las recomendaciones que nos hicieron rectores de las universidades públicas y privadas, estudiantes y docentes. Insisto, no fue un proceso de socialización por cumplir con unos requisitos. Además, se creó un foro virtual al que ingresaron más de 145 mil personas y en el que se presentaron 322 propuestas concretas, que fueron procesadas y analizadas.
 
En la reforma subsisten las instituciones educativas mixtas. ¿Eso no es otra forma de lucro?
No. El artículo 36 del proyecto dice que las instituciones de educación superior privadas estarán organizadas como corporaciones sin ánimo de lucro y las mixtas también deberán funcionar bajo el régimen de una institución privada. Es decir, sin ánimo de lucro. De hecho, estas instituciones mixtas ya existen en el país, así que este artículo solo reitera lo que ya estaba en la Ley 30.
Ascun dice que los rectores pasaron un documento con siete propuestas frente a la reforma, pero sólo una fue tenida en cuenta, la de no hacer obligatoria la acreditación...
No entiendo cómo dicen eso. No recuerdo cuántas reuniones tuvimos con los rectores, tanto de las públicas como las privadas. Tal vez se refieren a una última reunión a finales de agosto, en la que verbalmente mencionaron algunos puntos con los que no estaban de acuerdo. Pero eso fue después de haber discutido y aceptado muchísimas de sus sugerencias. De hecho, los rectores dicen que nosotros los convocamos mucho más en estos siete meses desde que presentamos la reforma, que en los últimos diez años.

Otra crítica es que la reforma homogeniza el sistema y permite que las universidades y los institutos técnicos y tecnológicos queden en un mismo nivel, haciendo que todas ofrezcan programas de pregrado y posgrado...
No compartimos esa apreciación. Lo que pretendemos a través del proyecto es que las distintas instituciones puedan ofrecer programas en diferentes niveles siempre y cuando demuestren que tienen la capacidad para ofrecerlo.
 
¿Y cómo se puede controlar eso?
La educación superior en Colombia tiene todo un sistema de aseguramiento de la calidad que incluye la aprobación previa de órganos especializados, conformados por pares académicos, que evalúan el cumplimiento de unos requisitos mínimos de calidad. Las instituciones que no reúnan esas condiciones simplemente no van a poder ofrecer los mismos programas de las universidades. El sistema se lo va a negar.
 
¿Es realista la meta de crear 600 mil nuevos cupos universitarios para el 2014?
Para no llegar a conclusiones erradas, hay que ver cómo está presupuestado crearlos. El 15 por ciento de esos cupos serán para universidades públicas (95 mil), respetando su autonomía. Cada uno decide si ampliar o no su oferta, pero consideramos que las universidades públicas estarían en capacidad de crearlos todos con los nuevos recursos. Para las instituciones técnicas y tecnológicas públicas habrá 395 mil cupos, de los cuales la mitad serán ofrecidos por el Sena, que tiene su propio mecanismo de financiamiento. Para las universidades privadas serán 60 mil cupos y 75 mil para las técnicas y tecnológicas privadas.
 
¿Y sí va alcanzar la plata para crear todos esos cupos?
Si se aprueba el proyecto, en los próximos 10 años se les garantizarán a las instituciones de educación superior 35 billones de pesos, de los cuales 6 billones serían aportados directamente por la reforma. De aquí al 2014, para cumplir la meta de los 600 mil cupos, les llegarán 420 mil millones de pesos, garantizados. Adicionalmente, en el presupuesto ya aprobado del Ministerio están garantizados unos 220 mil millones de pesos para mejoramiento la calidad. En total, tendremos unos 640 mil millones de pesos. 
 
Los estudiantes dicen que quieren sentarse a hablar con el Gobierno de igual a igual y exigen que el proyecto actual de reforma sea retirado del Congreso. ¿El Gobierno insistirá en que siga su camino?
El proyecto sólo trae aspectos positivos para el país y para la educación de nuestros jóvenes. Por eso, consideramos que es muy importante continuar con esta propuesta en el Congreso de la Republica, porque va a permitir transformar la educación superior en Colombia y lograr que más jóvenes puedan acceder a una educación de calidad y terminen exitosamente sus estudios. Además, a través del proyecto se desarrollarán de una manera muy importante la investigación, la ciencia y la innovación que en un mundo cada vez más globalizado, y ahora que acaba de aprobarse el TLC con Estados Unidos, resulta absolutamente necesario.
 
ARTICULO DEL PERIODICO EL TIEMPO

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